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Francia es conocida como el «país de los mil quesos», siendo uno de los más destacados productores mundiales de este lácteo, jactándose los franceses de disponer para elegir un queso distinto para cada uno de los 365 días del año. No van muy desencaminados, se calcula que aproximadamente hay unas 400 variedades.

Siendo sin lugar a dudas el más conocido, el Roquefort. Elaborado con leche de oveja, es originario de los Pirineos Centrales. Tiene un color blanco con vetas azules. Para el paladar posee un sabor fino pero intenso. Otros muy conocidos son:

El Camembert. Tiene un sabor salado, y al gusto es más penetrante que el anterior. Se elabora con leche de vaca. Puede ser de color blanco amarillo. Es originario de la Alta Normandía.
El Emmental. Es el queso, para situarnos, que tiene agujeritos por dentro. También elaborado con leche de vaca. Tiene un tono dorado.
El Bleu. Queso de leche de vaca. Tiene tonos verdes y azules. El color verde lo produce el bacilo de penicilinum.

Como curiosidad indicar que desde 2003 se  instauró el Día Nacional del queso el 29 de marzo, a expensas de la Association Fromages de Terroirs.